Los Vinos
Señorío El Poblet
VINO JOVEN
Señorío El Poblet
BARRICA
Señorío El Poblet
RESERVA
El viñedo del Poblet
es rico en varias cepas
El Tempranillo
Así denominado debido a que fructifica antes que las otras variedades. Se trata de una cepa muy extendida en España, y conocida por sus grandes cualidades y su perfecta adaptación a las regiones españolas.
El Tempranillo se extiende por todo el mundo, por ejemplo a partir de 1980 en California, donde su producción se ha doblado desde 1993.
El Tempranillo necesita de frescor para adquirir elegancia y acidez, pero también le hace falta calor para proporcionarle el azúcar necesario.
La ubicación ideal de Fontanars le dará todo su aroma, con sus días calientes y sus noches frescas, incluso durante el mes de agosto.
Puede ser consumido joven, pero merece envejecer en tonel.
El Cabernet Sauvignon
Esta variedad fue durante largo tiempo la cepa más extendida en el mundo, y generalmente apreciada de todos.
Originario de Francia, esta cepa es muy resistente, y sus aromas mejoran con el tiempo a la vez que se refinan.
El Syrah
El origen de esta cepa lleva controversia. ¿Persia? ¿Sicilia? Lo que es cierto es que es versátil, poco exigente en cuanto al terreno y resistente. A él también le gusta mucho el sol.
Su color violeta y su robusto sabor le proporcionan un gran éxito en la actualidad.
El Monastrell
Es el «Mourvédre» del sur de Francia, donde fue la principal cepa durante mucho tiempo. Especialmente bien adaptado a los climas cálidos y secos, el Monastrell dará vinos de graduación alta.
Su nombre proviene del Camp de Morvedre, y constituye uno de los componentes de los famosos vinos de Chateauneuf du Pape.
¡SABOREAR EL VINO DEL POBLET…. Y LOS OTROS!
El análisis de un vino y su apreciación es un asunto subjetivo. Cada individuo tendrá una percepción diferente, y cada uno describirá su percepción personal según los estímulos que reciba.
No obstante, para que un vino desprenda todas sus cualidades y sabores es necesario respetar concienzudamente algunas reglas en el momento de la cata, he aquí dichas reglas:
La Temperatura
Si un vino blanco debe ser servido aproximadamente a 10 grados, la escala de temperatura de cata de los vinos tintos oscila entre 14 y 18 grados Celsius. Por encima de los 18 grados, el vino perderá muchos de sus sabores. ¿Con cuántos pretendidos sommeliers hemos tenido que discutir, incluso a veces violentamente, porque nos estaban sirviendo un vino «chambré», lo que significa para ellos a la temperatura del local (¡cuando dicho local a menudo está por encima de los 22 grados!).
¡Dicha expresión «chambré» proviene de la época en que la calefacción central no estaba a la orden del día y cuando las temperaturas ambientes y de las casas eran mucho más frescas!
En cambio, una temperatura demasiado baja exagerará la dureza de los taninos y su lado astringente.
La Decantación
El vino debe estar en contacto con el oxígeno para desarrollar todos sus sabores. Si usted vierte un gran crudo en un vaso, huélalo y desarrollará un buqué compacto, difícil de discernir. Hágalo girar en el vaso y vuelva a olerlo: la diferencia le sorprenderá.
En primer lugar la jarra de decantación deberá estar fresca, si fuese necesario póngala un momento en una cubitera.
Los vinos jóvenes deben ser decantados en un decantador amplio con un cuello de boca ancha, para ponerlo en contacto con la mayor parte de oxígeno posible.
La operación debe hacerse con bastante antelación, incluso hasta más de una hora, dependiendo de los vinos. Un método rápido, pero un poco salvaje, si hay urgencia, consiste en verter el vino en una jarra y después volverlo a verter en la botella de origen.
Los vinos viejos deben ser vertidos lentamente dentro de una jarra estrecha, que se volverá a tapar inmediatamente, con el fin de evitar un contacto demasiado brusco y rápido con el oxígeno.
Para el resto un examen visual y olfativo dará preciosas indicaciones, por ejemplo si el vino está «bouchonné» (lo que significa con sabor a corcho), en este caso no hay que dudar en devolverlo al sommelier.
Un vino turbio (que no esté claro, pareciendo cargado o velado) tiene un gran defecto. En cambio, un depósito de sedimentos o partículas en el fondo de la. botella no significa que el vino no se pueda consumir, dichos sedimentos no enturbiarán el vino ni perjudicarán sus cualidades. Se tratará sólo de ser prudentes en el momento de la decantación.
Se habla a menudo de las «lágrimas» del vino, que son como un líquido transparente un poco viscoso que corre lentamente por las paredes del vaso. Estas «lágrimas» son causadas por el alcohol contenido en el vino, el cual al evaporarse dejará sobre las paredes del vaso estas gotas que son en realidad un compuesto de agua y otros elementos del vino.
¡Esto no impide que haya diversas opiniones sobre su interpretación!
«Clasificación de los vinos españoles»
Apuntemos que los vinos españoles son clasificados de la manera siguiente:
Vino joven
Vino embotellado después de clarificación. Se trata pues de un vino del año, jamás puesto en barrica.
Crianza
Los criterios de clasificación dependen de la denominación de origen (D.O.) pero en general el vino debe haber envejecido 2 años mínimo, de los cuales pasará de 6 a 12 meses en barrica.
Reserva
Se trata aquí de 3 años de envejecimiento de los cuales 1 año en barrica, y se comercializará a los 4 años.
Gran Reserva
5 años de envejecimiento de los cuales 2 años en barrica, se comercializa a los 6 años.